EVA SANTÍN
Madrid, 1984
Eva Santín es Doctora en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid, especializada en narrativas digitales y nuevos procesos de creación en la gráfica contemporánea. Investigadora y docente en UDIT, Universidad de Diseño, Innovación y Tecnología de Madrid, donde imparte asignaturas del Grado en Diseño Audiovisual e Ilustración, el Grado en Animación y de posgrado en el Máster en Ilustración. También desarrolla su actividad como artista plástica, en el ámbito de la obra gráfico-obra sobre papel, con la que ha obtenido numerosos galardones. También ha cursado el Máster en Arte, creación e investigación en la UCM, y Grabado y Diseño Gráfico en la Escuela de la Fundación Real Casa de la Moneda de Madrid. Ha obtenido cinco Becas honoríficas, de formación, experimentación, creación y de investigación por la UCM.
Sus obras más recientes intentan desafiar a los límites impuestos por la gráfica tradicional, tanto técnica como visualmente, utilizando nuevos recursos y formatos. Le interesan particularmente las formas de ver y percibir la obra de arte, postulando por un acercamiento físico, real, separado del 2.0, y defendiendo la necesidad de que la contemplación de la obra de arte vaya vinculada a los parámetros hápticos de la percepción, esto es, el sentido táctil de la experiencia visual.
Aborda los conceptos de lo íntimo y lo invisible en el espacio, como discurso y a la vez como lectura de la obra en sí misma, en función de la interacción espacial con el espectador. Sólo el ojo sensible, en el acercamiento, puede percibir los matices más sutiles: la invisibilidad, pues lo esencial es invisible a los ojos. Esta invisibilidad hace referencia a una serie de sensaciones que percibimos al habitar, aunque no siempre seamos receptivos al entorno susurrante.
Su producción artística está hibrida entre el dibujo y la fotografía digital incorporando técnicas tradicionales de estampación o manipulación en el papel como gofrados o perforaciones, y se centra en la esencialidad, la vacuidad y la infinitud a través de un proceso contemplativo, donde el tiempo se detiene (para la creadora y el observador/a). Son obras con un tratamiento muy sobrio, en las que se impone el elemento más sutil, como es la luz o la transparencia, dominados por el lenguaje del susurro. Los códigos del arte se reducen a su mínima expresión con obras sin distracciones que juegan con lo que no se ve, como la imagen mental o los estados del alma.
Ha expuesto su obra en Alemania, Inglaterra, EEUU, Argentina, Suecia, Holanda, Canadá, Italia, y España, y su obra forma parte de Instituciones, Museos, Fundaciones y colecciones privadas.